En un espacio reducido como es el habitáculo de un camper es preceptiva una acertada selección del material, en la cantidad justa y bien distribuido, para no perturbar la movilidad de sus ocupantes ni alterar en demasía el reparto de pesos del vehículo.

Tod@s sabemos las consecuencias negativas causadas por un exceso de peso en el comportamiento dinámico de un vehículo: merma de la estabilidad de marcha y de la capacidad de frenada, sobre esfuerzo de componentes como la suspensión y las transmisiones y aumento del consumo como factores más destacados.

Por tanto, para prevenir fatigas prematuras de los componentes del vehículo y disfrutar de una conducción predecible, este hándicap debe estar presente durante el proceso de clasificación del equipo a transportar, sean repuestos, material de camping, comunicaciones, seguridad, etc. El objetivo final perseguido es acarrear el mínimo de equipo que creemos vamos a necesitar. Hecha la selección, apliquemos la segunda regla universal de todo viaje: volvamos a revisar la carga; la experiencia nos dicta que siempre sobran cosas. Si nos quebramos ante la duda … “venga, lo cargo por si acaso…” los armarios pueden quedar abarrotados de objetos que tal vez nunca vean la luz y que, además de lastrar el conjunto, entorpecerán nuestro día a día y necesidades futuras de espacio que puedan darse -de hecho, se dan- durante el viaje. Permitidme que insista, hay que evitar esta saturación inicial en los compartimentos disponibles pues la disponibilidad de espacio a posteriori es un bien preciado que conviene preservar, tanto para salvaguardar la movilidad en el interior de la célula -índice de buena calidad de vida a bordo-, como para garantizar almacenamiento de provisiones o vestimenta en caso de estancias prolongadas en un mismo lugar, sean buscadas o forzadas.

Resumiendo: en la partida, hay que ser rigurosos en la selección del material que creemos vamos a necesitar; claro y raso, el mínimo imprescindible. Es un error, un clamoroso desacierto, trasplantar nuestros menesteres cotidianos a una situación itinerante que, con frecuencia, requiere hábitos cambiantes, adaptativos.

          

En este contexto antagónico peso – espacio, el mayor quebradero de cabeza suele darse en la selección de los recambios a transportar, correspondan a la base mecánica o partes de equipos de la célula. Los titubeos pueden ir a mayores dependiendo del destino, época(s) del año, duración del viaje y estado de partida del camper, como vimos en el post ‘Preparación del vehículo’. Obviamente, cuanto más amplio y diverso sea el recorrido, más entretenido será establecer el mejor compromiso posible entre carga y habitabilidad. Como en los temas tratados anteriormente, las sugerencias que se indican a continuación corresponden a un marco de aplicación general para viajes de larga duración y exigentes, dejando a cada cual la resolución de las especificidades propias de su camper.

          

Recambios y herramientas. Si hacemos confianza a la experiencia acumulada de los que nos preceden y siempre, reitero, desde la perspectiva que el espacio disponible es un bien preciado a preservar, debemos partir de la doble premisa que el mejor recambio es aquel que no se utiliza y el peor el que no se tiene. Esta doble consideración nos lleva a la obligación de conocer lo mejor posible el vehículo que conducimos, sea de forma práctica y/o consiguiendo la información (manuales de taller, p.e.) que pudiera ser útil en manos de un profesional caso de no encontrar un centro avezado en el mantenimiento/reparación de nuestra base mecánica. Así mismo, debemos estar al tanto de sus puntos más sensibles para seleccionar adicionalmente aquellos recambios proclives de menester en cualquier momento.

Dotación genérica de consumibles de la base mecánica para un viaje de larga duración:

  •  -Filtros de aire (1), combustible (2) y prefiltros depósitos (2), aceite motor (2) polen (1), etc,
  • – Líquidos de frenos, dirección y embrague en la cantidad que permita rellenar los circuitos
  • – Líquidos de refrigeración (5 l.) y limpiaparabrisas (2 l.)
  • – Aceites motor, cambio, transfer y diferenciales en las cantidades que permitan un intervalo de mantenimiento
  • – Fluido unidad de bloqueo diferenciales (si existe) en la cantidad que permita rellenar el circuito
  • – Juego de correas (motor, AA, etc.)
  • – Juego de pastillas de frenos y mordazas, si existieran, incluidos los testigos de desgaste.
  • – Juego de lámparas -1 de cada, mínimo- (posición, cruce, largas y antiniebla, si equipa el coche)
  • – Fusibles y relé distribuidor carga baterías
  • – Tapones radiador refrigeración, combustible y aceites motor, diferenciales, caja de cambios y transfer
  • – 6 rueda de recambio (neumático mínimo) y una cámara
  • – Kit reparación/desmontaje neumáticos (líquido tapa fugas de emergencia, parches, mechas, juego desmontables)
  • – Sistema inflado neumáticos (compresor, bomba inflado y/o trasvasador aire, manual o 12v)
  • – gato hidráulico elevador (capacidad doble a la tara del camper) y palanca (tubo) adicional de 1 metro aprox. Si disponemos de espacio, aconsejable cargar con un juego de borriquetas o caballetes plegables.
  • – bases de madera (2/3) tipo tablón de obra, por ejemplo.
  • – Cables arranque batería
  • – Conjunto limpiaparabrisas delanteros
  • – Cinchas de amarre y elásticas varias para estibar la carga
  • – Juego silent-blocs amortiguadores para cubrir un eje mínimo
  • – Un par de pernos de sujeción de amortiguadores, de preferencia los inferiores (verificar referencias de delanteros y traseros)

Dependiendo del kilometraje, climatología y dificultades logísticas del viaje podemos añadir:

  • Booster arranque baterías (la nueva generación de pila de litio es muy compacta y puede servir también para recargar cualquier equipo electrónico)
  • Aditivo anticongelante para el gasoil
  • – Aditivo para la limpieza general del circuito de combustible, sistema de alimentación (admisión y escape con tratamiento del DPF, si el camper lo incorpora. (La limpieza efectiva de la válvula EGR, así como las válvulas de admisión electrónicas requieren de conocimientos y utillaje profesional
  • – Aditivo antifricción para cajas de cambio y de transferencia
  • – Conjunto manguitos y conductos -y bridas- refrigeración motor y circuito combustible
  • – 2/3 tuercas de rueda y un par de espárragos
  • – Juego silent-blocs línea de escape
  • – Conjunto rodamientos ruedas, al menos para un eje si son iguales en ambos trenes
  • – Retenedores de puertas de la célula
  • – Los más avezados en mecánica pueden considerar la compra de un equipo de diagnosis del motor y resto de componentes electrónicos. Pero antes de hacerlo conviene consultar con el taller de confianza sobre la compatibilidad de testers (máquinas) y la usabilidad del software abierto disponible en el mercado para nuestro vehículo (las marcas son muy reacias a facilitar sus sistemas oficiales). Adicionalmente, podemos incorporar scanners tipo OBD-II y su correspondiente app -sea para Android o IOS- para una diagnosis rápida de posibles fallos.

Esta lista sugerida debe completarse con aquellos recambios de partes críticas del camper señaladas por el taller y utillaje específico, si fuera preciso. Así mismo, como se indica en el post ‘Preparación del vehículo, considerando el kilometraje de nuestra unidad e intervalos de mantenimiento preconizados, convendrá llevar un conjunto de embrague y cadena/correa de distribución para su reemplazo durante el viaje.  Este detalle, extensible a cualquier otra pieza, es más relevante es países con políticas aduaneras proteccionistas en componentes del automóvil, como la mayoría de estados americanos, que hacen farragoso y muy caro el envío de repuestos.

          

Por lo que respecta a la dotación de herramientas, de no tener previamente un buen maletín y de calidad, seguiría las recomendaciones de nuestro mecánico al respecto incorporando -si es necesario- utillaje específico para el vehículo. En todo caso, al margen de los manidos juegos de llaves de tubo, planas, allen, torx, carracas, alicates, martillos, destornilladores, etc. tomaría en cargo algo de tornillería y arandelas estándar presentes por el conjunto del chasis y carrocería (la pista tiene debilidad por aflojar e incluso destruir con pasmosa facilidad anclajes de pasos de rueda y parachoques).

A todo este material, sumaria productos varios de bricolaje (cinta aislante, americana, de teflón, de butilo -caucho- adhesiva, bridas de plástico y metálicas, lubricantes y antioxidantes en spray, vaselina, silicona, pegamentos de alta resistencia y soldaduras en frío, tubería de plástico para apaños en los circuitos auxiliares de combustible y calefacción, etc..), dos pares de guantes de trabajo para cada miembro del camper y también lote de guantes de goma, gafas de seguridad -mejor, estancas al viento, tipo moto o ski-, cutters, tijeras, linterna, manómetro de aire y un téster o multímetro para eventuales comprobaciones del sistema eléctrico. Además, por su escaso coste y volumen reducido y pensando en los depósitos auxiliares de combustible, incluiría una bomba eléctrica de idénticas prestaciones, que también puede servir para el depósito principal o de serie en caso de falla y otra de accionamiento manual (tipo pera) para su trasvase más un par de metros de tubo para conexiones.

          

          

          

Equipo de rescate. Una dotación seria debería contemplar tres o cuatro eslingas y grilletes correspondientes; 4 cadenas más algunos eslabones de reparación -además del hielo, son excelentes aliadas para el barro-, planchas -si podemos ubicarlas, mejor 4 unidades con la idea de cubrir la batalla del vehículo por ambas vías-; pico, hacha y pala (2) ligeras, serrucho y tijeras de poda (van bien para cortar ramas y/o zarzales sobre la marcha que interfieran en el camino. Completando el lote, un par o tres bases de madera (secciones de tablones de obra, por ejemplo) para asentar el gato -hidráulico- sobre superficies inestables y asegurar alturas; picas para fijar las planchas y media docena de picas más grandes y largas para clavar en el suelo a falta de otro objeto donde anclar el cable del winch y/o la eslinga de amarre.

          

Consideraciones adicionales:

  1. el Hi-Lift es un artículo estéticamente impecable, pero su practicidad en un camper es discutible si lo comparamos con la versatilidad combinada y mayor seguridad de manejo de unas planchas y el gato hidráulico.
  2. Las planchas de material composite son más ligeras que las de duraluminio, pero también son más frágiles y voluminosas. La elección práctica dependerá del peso del camper y de nuestros hábitos, por descontado.
  3. Las especificaciones de fuerza de arrastre de las eslingas y grilletes deben triplicar la masa (tara o MMA en las dudas) del camper.
  4. El cabrestante eléctrico o winch es un artilugio sumamente práctico en tareas de recuperación, pero su manejo -como toda acción de recuperación- requiere mucha prudencia, particularmente por el riesgo de latigazo del cable en caso de rotura o desenganche. Es bueno estar familiarizados con los protocolos de uso y también, en la compra, hay que decidir si nos decantamos por un cable de acero o de fibra sintética, mas liviano y potencialmente menos agresivo en caso de rotura/incidencia, pero también más delicado de mantenimiento. Como indicamos en el post ‘Preparación del vehículo’, los expertos recomiendan que la capacidad de arrastre del winch en primera capa supere en un 50% la tara del camper e incluso, mejor incluso, si llega a doblarla (la capacidad de succión del barro en caso de atasco es increíble y puede exigir el triple de la fuerza de arrastre nominal del cabrestante).
  5. Extensión del punto d): si equipamos cabrestante, no olvidar cargar una polea de reenvío al menos para duplicar su capacidad de arrastre, así como una manta o frazada pesada a disponer en el centro del tiro para amortiguar el latigazo del cable en caso de rotura.

La relación de repuestos relacionados con la célula /habitáculo es mucho menos prolija, pero igual de importante para prevenir, en este caso, el confort de vida a bordo. Lo abordamos en el siguiente post. Salud y buena ruta a tod@s¡¡ Por Chema Huete

Colaboran: Bivac Camper, Campercat4x4, DiscoverLandERG 4×4, Garaje Martínez, Gi4by4, Michelin, Némesis4x4, Tallers L. Sanz, Traveling Queca y Uro Camper

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